Una nena posmoderna, desnuda y en el centro del escenario, se entrega al animal que lleva dentro. Su delicado busto y piel bien apretada ansía compañía. Comienza a tocarse diligentemente, a destripar su sexualidad recién descubierta. En cuanto a mí, solo puedo dejarme experimentar su pasión funcional hacia el mundo del placer.