Una chica rebelde en su adolescencia piensa en probar fruta prohibida con su padrastro a quien formalmente se refiere a un tío. Su diferencia de edad profundiza el sentimiento de lo prohibido. Ella toma el control y le hace saber que no es una chica con la que está tratando sino una mujer apasionada y dispuesta a disfrutar de momentos adultos traviesos.