A diferencia de la mayoría de las sesiones que tienen un claro intercambio de poder, la Ama y el sumiso juegan una dominación financiera donde él tiene que seguir sus órdenes de pajearse mientras ella se masturba usando un juguete. El lugar sumiso es humillado y guiado por la Ama que toma su papel palpitante de radical sexual y el compañero obediente de la cena.