Cuando las cámaras estaban encendidas, nuestro sumiso tatuado de mediana edad fue liberado de su cinturón de castidad armado y listo para su ama. ¿Su tarea? Con la humedad que acaba de abortar vomitando, Megan se alimentó con cada gota del semen fresco en su cara, un plato humillante pero erótico.