O simplemente atrévete a entrar en mi vida cotidiana y ver cómo las líneas se desvanecen en el olvido y lo único que queda es la lujuria. Una mirada a la zona completamente prohibida donde los padrastros sobrepasan sus límites, los tíos golpean a sus sobrinos y los suegros se ponen un poco demasiado a mano. Deja salir a la bestia y al cerdo dentro de ti.