Los reyes de ébano lo gobiernan en esta escena gay caliente. Un enorme culturista cuyos gritos de hierro / poder muscular reciben un abrazo sensual de garganta ligera como una pluma, su miembro duro como una roca dotado por Dios palpitando de lujuria. Ambos trabajan su deseo sexual de montarlo como si todavía no usaran ropa en sus espaldas, y la última parte les muestra teniendo el sexo más erótico.