Después de cinco años de mantener una relación comprometida, mi padrastro finalmente pudo hacerme cumplir su fantasía de placer a través de mi culo. Siguió una experiencia sexual salvaje con muchos gemidos, máscaras y las expresiones de afecto más fuertes. Por más que suene, fue inolvidable; no fue solo intensidad; fue placer recordado en toda su conmovedora totalidad.